miércoles, 22 de abril de 2009

Por un puñado de dólares (Sergio Leone, 1964)



Un grupo de pistoleros interpela a un recién llegado al pueblo (Clint Eastwood).



Pistolero 1: Saludos, amigo.
Pistolero 2: No es prudente ir de paseo fuera de la casa de uno.
Pistolero 3: Se habrá equivocado de camino.


P1: O quizá se haya equivocado también de pueblo.
P2: Yo creo que se ha equivocado al venir al mundo.
P3: Si buscas trabajo, con la pinta que tienes, puedes hacer de espantapájaros.
P1: Quién sabe si no serán los pájaros los que le espanten a él.



- Jajajajaja.

Unos minutos después...


P1: Hola amigo.
P2: Eh, tú, ¿no te habíamos dicho que no queríamos verte más por este sitio?
P1: ¿Dónde está tu penco? ¿Has dejado que se te escape? Jejejejeje.
Forastero: Hombre, sí, de esto venía a hablaros. Lo ha tomado a mal.
P1: ¿Quién?
F: Mi caballo. Se ha enfadado por los cuatro tiros que le disparasteis entre las patas, y ahora no quiere atender a razones.



P2: ¡Eh! ¿Quieres tomarnos el pelo?
F: No, yo comprendí enseguida que estabais bromeando, pero él en cambio se ha ofendido, y ahora pretende que le deis excusas.


- Jajajajajajaja.

F: Hacéis muy mal en reíros. A mi caballo le molesta la gente que se ríe. Se figura que quieren burlarse de él, pero si me aseguráis que le pediréis perdón, con un par de coces en la boca saldréis del paso...

Resultado: cuatro pistoleros muertos.